Comparto con vosotras y vosotros la ponencia Centros para la sostenibilidad: el trabajo en red, que desarrollé en el contexto del II SIMPOSI D’EDUCACIÓ PER A LA SOSTENIBILITAT Un món per als nostres fills.
Centros para la sostenibilidad: el trabajo en red
José Manuel Gutiérrez Bastida – Ingurugela-Bilbao
Ingurugela
Los Ingurugela (antes Ceida, http://numrl.com/ingurugela) constituyen una red de equipamientos públicos de apoyo al profesorado y a los centros escolares, que dinamizan los programas de educación ambiental (EA) en el sistema educativo no universitario. Creados, en 1990, por acuerdo y colaboración entre los Departamentos de Medio Ambiente, y de Educación del Gobierno Vasco, fundamentan su trabajo en el mantenimiento y atención de 5 centros de información y documentación, la formación continua del profesorado, la investigación en educación ambiental (EA), la elaboración de materiales curriculares, la asesoría a proyectos de centro, el programa Agenda 21 Escolar (A21E) y el Programa Aztertu, dentro de la red internacional CoastWatch.
Nos distribuimos en 6 sedes: Vitoria-Gasteiz en Araba, Legazpi, Eibar y Donostia en Gipuzkoa; y Gernika y Bilbao en Bizkaia. Estamos hablando de 14 personas del Departamento de Educación que está bajo la Dirección de Formación Ambiental del Dep. de Medio Ambiente.
Nuestra principal tarea hoy día es de la formación y asesoría para el desarrollo de la Agenda 21 Escolar.
La Agenda 21 Escolar
La A21E no es sino un jalón más en el devenir de la educación ambiental formal en el País Vasco, esta vez unido a los esfuerzos de desarrollar la AL21.
En la década de los cincuenta e, incluso, de los sesenta el medio ambiente es un contenido a estudiar y un recurso que implica y motiva al alumnado. En los setenta se reconoce a la ecología como elemento importante de enseñanza dentro de las ciencias naturales, y aparecen como ideas a trabajar el concepto de riesgo ambiental, los recursos naturales y la contaminación. Esto tiene su reflejo en los proyectos y programas de educación ambiental, más bien puntuales, que se realizan en los centros escolares así como en las salidas al medio natural.
En los años ochenta, se implementa en esta corriente la idea de que el conocimiento no es por sí solo el factor desencadenante de un comportamiento ambiental adecuado, sino que hay un componente ético, es decir, intervienen las actitudes, los valores y las emociones. Además, el medio ambiente ya no es sólo el ámbito natural, sino que abarca los aspectos sociales, económicos, políticos, culturales, locales y planetarios, estéticos… y es estudiado desde un punto de vista globalizador, integrador de los distintos aspectos y de sus relaciones entre ellos. En este contexto, aparecen los equipamientos medioambientales como entornos en los que poder desarrollar dichos aspectos, las campañas de sensibilización y los conocidos “Día de…”.
Manejar esta complejidad y poner el foco en el desarrollo sostenible son los retos de la educación ambiental de la década de los noventa. Así, a los enfoques desarrollados hasta el momento se les integra la necesidad de una toma de postura individual y colectiva para la resolución de los problemas. Surgen así programas como las ecoescuelas y proyectos como las ecoauditorías que se centran en los problemas medioambientales específicos del centro escolar para darle una solución en clave de sostenibilidad y de participación de los diferentes estamentos del centro.
Por su parte, los municipios europeos asumen en 1994 su compromiso con la Agenda 21 salida la cumbre de Río de Janeiro dos años antes. En el País Vasco hay una fuerte apuesta por el desarrollo de estas AL y los municipios comienzan a trabajar en realizar sus diagnósticos ambientales.
Es así como, a principios del siglo XXI aparece la A21E, que aprovecha la sinergia creada por los procesos de A21L que empiezan a extenderse al ámbito educativo, y por la necesidad de la escuela de que sus intentos de gestión sostenible interna, mejora educativa y fomento de la participación tengan su reflejo y encuentren coherencia en el entorno inmediato (barrio, municipio, comarca…).
Es la principal propuesta de educación ambiental para el sistema educativo vasco y aglutina el compromiso de Gobierno Vasco y Ayuntamientos, de tal manera que en la Estrategia Medioambiental Vasca de 2002-2020 aparece el compromiso de que para el año 2012 el 100% de los centros de enseñanza obligatoria estén dentro del programa. Hoy participan en él cerca del 65 % de los centros escolares vascos.
La A21E es un programa permanente de educación ambiental que busca la sostenibilidad y la calidad del centro educativo, basándose en la participación de la comunidad educativa y que interviene y colabora con sostenibilidad del municipio.
Los temas que trata la A21E son tato los clásicos de la EA (residuos, agua, energía…) como otros más actuales, globalizadotes y que aportan las dimensiones de lo sistémico y de la complejidad (cambio climático, globalización, huella ecológica, equidad, consumo éticamente responsble…).
El programa A21E aporta un nuevo escenario a la EA. Su dimensión municipal y de acción directa en el entorno hace que el contexto, habitualmente insostenible, se convierte en menos insostenible (más sostenible quizás sea decir mucho) ofreciendo de esta manera un nuevo escenario al desarrollo de la EA. En la medida que las autoridades municipales sean capaces de integrar las propuestas de la comunidad educativa en sus planes, de modificar presupuestos para desarrollar las propuestas del alumnado que sean viables, que las acciones de la comunidad vayan en un mismo sentido hacia la sostenibilidad se estará dotando de coherencia al entorno respecto al programa y a la EA.
El trabajo en red en la Agenda 21 Escolar
Entendemos el trabajo en red como una tarea sistemática de colaboración y complementación, entre los distintos agentes que forman la estructura y participan en el programa, que se dirige a un fin común. Es una idea que supera la coordinación para convertirse en una articulación comunitaria que va enriqueciendo la labor de cada agente en la medida en que colabora con los demás de forma estable y sistemática, comparte recursos, coordina esfuerzos y acciones, fomenta el diálogo y el acuerdo, y el trabajo en común.
El trabajo en red dentro de la A21E se puede analizar desde distintos niveles de concreción: el ámbito autonómico, el ámbito zonal, la red IRAES 21 y, como no, el propio centro escolar.
A) Red de ámbito autonómico:
Es la macro-red donde se encuentran los centros escolares, los ayuntamientos en los que se sitúan y los Departamentos de Educación y Medio Ambiente.
En esta red se trabaja por pares: Departamentos entre sí, o con Ayuntamientos, o con Ingurugela. Éste, a su vez, con las escuelas y empresas de educación ambiental. Las empresas con los ayuntamientos y las escuelas…
Hay actos que aglutinan a todos los agentes como son el Acto de Bienvenida, al principio de curso, donde se acoge a los centros de nueva incorporación. Y las Topaketak o Encuentros de EA (autonómico) donde se ponen en común experiencias de buenas prácticas, se profundiza en el debate sobre algún tema concreto y se intercambia información con algún referente en educación ambiental.
B) Red Zonal (municipal –si es grande– o comarcal –aglutinando municipios pequeños–):
Estructura en la que participan los y las coordinadores de los centros escolares, las empresas de educción ambiental, personal técnico de educación o de medio ambiente de los ayuntamientos implicados, bajo la coordinación y dinamización de Ingurugela.
Se realizan reuniones mensuales y una coordinación on-line en un espacio virtual específico (e-mintegi) en el que tienen cabida los trabajos de cada red zonal –en lo que afecta a cada una– y de todas las zonas –en lo que afecte a la totalidad–.
Las funciones de esta red son trabajo conjunto en la preparación de las distintas fases del programa, intercambio de experiencias, articulación de acciones en el municipio o comarca, permuta de informaciones.
La culminación de los trabajos de esta red son el Foro Interescolar Municipal y el Foro Municipal Escolar. El primero es una reunión intercentros preparatorio del segundo y el segundo es un acto en el Salón de Plenos del ayuntamiento donde el alumnado presenta a las autoridades locales los compromisos que están dispuestos a llevar a cabo respecto a la temática medioambiental estudiada y las peticiones que hacen para mejorar su municipio en clave de sostenibilidad.
C) La red IRAES 21: se define como una red de centros educativos que han recibido el reconocimiento de “Escuela hacia la Sostenibilidad” y que impulsan conjuntamente la educación para la sostenibilidad. Los centros se entienden como comunidad educativa formada por el profesorado, el alumnado, el personal no docente y las familias. La red está abierta a otras entidades educativas y a otros centros educativos que trabajan con el mismo objetivo.
Sus objetivos son:
1. Impulsar la educación para la sostenibilidad en los centros escolares vascos
2. Consolidar la calidad del programa A21E
3. Fomentar las sinergias entre los reconocidos como “Escuelas sostenibles”
4. Mantener relación con redes nacionales e internacionales de escuelas que desarrollan educación para la sostenibilidad
5. Impulsar el aprendizaje de la comunidad educativa, por medio de la cooperación
Trabaja en el ámbito autonómico en torno a tres ejes:
- Interno: intercambio de información y experiencias y tareas en común por medio de dos reuniones anuales y el espacio web de la red.
- Externo: formación y presentaciones al resto de centros con A21E en cursillos, jornadas, Encuentros de EA… Estos centros sirven de referencia en su respectiva Red Zonal.
- Alumnado: intercambio de experiencias y tareas en común con el fin de realizar una conferencia autonómica del alumnado de los centros de la red a partir de distintas conferencias realizadas en los centros.
D) El centro escolar: En cualquier caso, convendremos en que el primer nivel de trabajo en red es el propio centro escolar, donde la A21E impulsa la participación de profesorado, alumnado, familias y personal no docente. Con responsabilidades particulares y comunes en pro de la sostenibilidad del centro.
Como conclusión, podemos afirmar que las redes de trabajo entre escuelas que trabajan hacia la sostenibilidad ofrecen motivación y sensibilización, participación real, visiones multidisciplinarias, sentimiento de comunidad, acción común, expresiones transformadoras, comunicación significativa, acción local y pensamiento global… Hoy día, el trabajo en red ofrece a estos centros más fortalezas y oportunidades que debilidades y amenazas. Sin embargo, en este nuevo y creciente espacio hay que seguir experimentando, investigando y evaluando para colaborar la transformación social que impulsa la EA de comienzos de siglo XXI.
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