Si nos preguntáramos cual es el objetivo fundamental de la educación ambiental, la mayor parte de los educadores estaríamos de acuerdo en responder que es la concienciación y el fomento de la participación ciudadana en la conservación del medio ambiente. Pero el carácter interdisciplinario e integrador de la educación ambiental hace de ella una herramienta poderosa para la consecución de otros objetivos, que en principio, y aparentemente sólo en principio, nada tienen que ver con la sensibilización ambiental. Uno de ellos, cada vez más presente en los proyectos de educación socioambiental, es la promoción de la felicidad, el bienestar humano y en último término, la inclusión social.
He utilizado la denominación educación socioambiental porque me parece más precisa, aunque en la práctica estemos hablando de las mismas metodologías pedagógicas. Pero el fin de utilizar esta
terminología es hacer hincapié en la relación entre medio ambiente y necesidades sociales. Relación necesaria para analizar la influencia de la sensibilización ambiental en el bienestar humano. Dicha relación es explicada perfectamente por Aaron Sachs (1996), cuando apunta que la degradación
medioambiental acarrea a menudo un alto coste humano, y que muchos de los abusos de los derechos humanos los provoca la presión sobre los recursos ambientales. Por ello, cuando un educador ambiental promueve conciencia ambiental, indiscutiblemente también está promoviendo conciencia social. Por ejemplo, no podemos hablar del Cambio Climático sin apelar a la justicia social o la equidad para aquellos pueblos que vivían de los cultivos que ahora se encuentran en estado
desérticos.
Para entender cómo puede la educación socioambiental promover la felicidad en el ser humano y el bienestar en las sociedades, es necesario empezar por lo básico: ¿Cuáles son las bases del bienestar humano y la felicidad?
Es complejo responder a esta pregunta, pues múltiples factores afectan al bienestar del individuo. Pero me adentraré en este tema tomando como referencia los postulados de la Psicología Positiva (PsPos, en adelante), corriente que busca desarrollar las emociones positivas, las fortalezas del individuo y la prevención de potenciales problemas psicológicos y enfermedades mentales. Así pues, la PsPos indica que para la consecución de la felicidad es necesario que la persona desarrolle capacidades individuales, como la afectividad o la creatividad, habilidades interpersonales, como la perseverancia, la solidaridad o
la capacidad crítica. Pero también capacidades sociales, para promover el bienestar del grupo, como la implicación, el civismo, el cuidado de los demás, la integración, etc.
Sintetizando los postulados de la PsPos, y obviando los múltiples factores externos que influyen en el individuo, concluyo que la base del bienestar y la felicidad se procura a través de:
• La construcción del YO: la felicidad y el bienestar individual surge del cultivo de las emociones positivas, del carácter y las virtudes.
• La construcción del NOSOTROS: el individuo necesita desarrollarse en sociedad y por lo tanto sentirse aceptado y ser parte activa de la misma.
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Un modelo educativo basado en el aprendizaje y la promoción de la participación, contribuye tanto al desarrollo humano de cada individuo que toma parte de ella, como al bienestar social de toda la población. Así pues, la educación socioambiental promueve un cambio en la mentalidad social a través del fomento de la
- Igualdad de oportunidades. En cualquier comunidad existen individuos que viven diferentes contextos sociales, unos más favorables que otros. Un proceso participativo real promueve que todas las personas, sea cual sea su situación, sean atendidas con las mismas condiciones.
- Integración. Como consecuencia del punto anterior, da lugar a la cohesión social, ya que todas las personas se sienten en igualdad de condiciones. A nivel del individuo esto se traduce en inserción social al sentirse respetado y valorado, evitando el aislamiento de individuos o grupos enteros (ya sea por su condición económica o por su creo religioso o político, entre otros).
- Confianza. Un individuo que puede transformar su entorno en base a sus acciones adquiere confianza en si mismo, lo que lo impulsa no sólo para actuar ante los problemas de la comunidad sino ante las situaciones complejas que se presenten en su vida.
- Carácter crítico. Adquirir poder para intervenir en las decisiones del Estado empuja al ciudadano a cuestionarse si dichas decisiones son correctas, por lo que la acción participativa elimina la pasividad y el conformismo social y crea personas críticas y resolutivas.No quiero concluir este apartado sin reflexionar sobre la importancia del bienestar individual en el bienestar social. Así lo indica Enrique Pastor (2004), al afirmar que la participación se encuentra profundamente vinculada con el desarrollo humano. Y sigue argumentado que es necesario un proceso de participación ciudadana para fomentar el crecimiento personal y la necesidad de un crecimiento personal para una verdadera participación ciudadana. Entonces, la participación se convierte en objetivo del desarrollo humano, a la vez que es un medio para hacer progresar el mismo.
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La implantación y desarrollo de programas de educación ambiental, con una base metodológica fundamentada en la transmisión de valores éticos y el fomento de la participación ciudadana, favorecen el proceso de crecimiento interior y socialización de todas las personas. En especial de aquellas que por conflictos sociales necesitan reforzar su autoestima y su integración en la comunidad. Esto se traduce en felicidad para las personas y bienestar para toda la población. Dejamos para otro artículo cómo influye positivamente en la conservación del medio ambiente que las personas sean felices y estén integradas en su comunidad.
Tomado de Miriam Navarro Díaz (2014) LA FELICIDAD AL ALCANCE DE LA EDUCACIÓN AMBIENTAL. PROMOCIÓN DEL BIENESTAR HUMANO Y LA INCLUSIÓN SOCIAL A TRAVÉS DE LA EDUCACIÓN SOCIOAMBIENTAL. Boletin del Ceneam, setiembre.
Texto completo en:
http://www.magrama.gob.es/es/ceneam/2014-09-miriam-navarro_tcm7-341189.pdf