La EDS guarda relación con todos los
problemas de sostenibilidad y todos los
agentes de la sociedad, y no sólo con los
interesados del sector de la educación.
[...] La educación para el desarrollo sostenible se está imponiendo como el eje unificador de diversos tipos de educación centrados en distintos aspectos de la sostenibilidad (por ejemplo, el cambio climático, la reducción de los riesgos de desastre o la biodiversidad). Hay una percepción cada vez mayor de que la EDS es un catalizador de la innovación en la educación. Varias tendencias explican que la separación entre centros escolares, universidades, comunidades y el sector privado se esté difuminando. La EDS suele estar en la base de configuraciones nuevas y creativas en las que intervienen diversos agentes, como los citados anteriormente. A medida que la EDS se abre camino, la pedagogía experimenta una evolución paralela. La pedagogía y los contenidos sobre sostenibilidad de los programas y planes de estudio parecen evolucionar simultáneamente. Hay que
investigar más para demostrar que la EDS es educación de calidad. Hay multitud de observaciones que apuntan a la relación de la EDS con algunas mejoras universitarias y la mayor capacidad de contribución al desarrollo sostenible de las personas. La investigación aportará una base empírica consistente y probará claramente que la EDS es educación de calidad. El papel de la EDS en el sistema de las Naciones Unidas es hoy mucho más importante que hace dos años. […] El reto que plantea el desarrollo sostenible es hoy mayor que nunca, por lo que cada vez se tiene más conciencia de que los avances tecnológicos, las legislaciones y los marcos políticos no bastan. Tienen que acompañarse de cambios en las mentalidades, los valores y los estilos de vida, y del fortalecimiento de la capacidad transformadora de las personas. Una evolución manifiesta respecto de los primeros años del Decenio es el interés del sector privado por la sostenibilidad y el fortalecimiento de las capacidades conducentes a una economía ecoló- gica. Así y todo, algunos encuestados advirtieron de que la pe de “prosperidad” (o sea, rentabilidad) podía imponerse a las otras dos pes del “triple eje”: las de planeta y personas.
[…] En todo el mundo, a raíz de ideas como “la economía verde”, “la era digital”, “la sociedad del conocimiento”, “las comunidades de prácticas” y “el aprendizaje permanente”, se está empezando a reconfigurar o al menos a replantear la manera en que los grupos de la sociedad pueden relacionarse y ser más innovadores, creativos y sólidos. Resulta cada vez más evidente que la búsqueda de la sostenibilidad no se puede limitar a las aulas, la sala de reuniones de una empresa, un centro local de educación ambiental o una administración pú- blica regional que actúen de modo aislado. Por el contrario, para impartir enseñanza sobre la sostenibilidad se precisan relaciones de cooperación y sinergias entre distintos interesados de la sociedad y la combinación de la educación formal, no formal e informal. Las oportunidades de ese tipo de aprendizaje transdisciplinario aumentan cuando existe una mayor permeabilidad entre los módulos, las disciplinas, las generaciones, las culturas, las instituciones, los sectores y otros elementos. […]
Se opina con cada vez más frecuencia que la educación para el desarrollo sostenible es un medio para renovar la educación, la enseñanza y el aprendizaje, de modo que las escuelas, las universidades, los establecimientos de enseñanza y formación profesional, las comunidades y las empresas puedan hacer frente a los problemas de sostenibilidad. Para resolver esos problemas, hay que aprender a manejar los cambios, la complejidad, las controversias y la incertidumbre. En consecuencia, en la EDS se utiliza una amplia gama de métodos, como el aprendizaje basado en el pensamiento sistémico, el aprendizaje basado en los valores, el aprendizaje basado en problemas, el aprendizaje basado en el pensamiento crítico y el aprendizaje social. En algunos lugares del mundo, la incorporación de la sostenibilidad o la EDS en el plan de estudios se acompaña de una evolución simultánea de la pedagogía hacia enfoques más participativos y centrados en el alumno. La EDS se ha convertido en un catalizador de la innovación educativa en algunos contextos. En el discurso, se ha pasado de estimar que la EDS es una simple adición a los planes de estudios existentes a verla como una oportunidad para replantear la educación. Se considera que la EDS podría ser un marco general de enfoques educativos centrados en el bienestar del planeta y las personas. La EDS ha dejado de buscar un hueco, tal como ocurría en los primeros años del Decenio de las Naciones Unidas de la Educación para el Desarrollo Sostenible. Dado que los problemas de desarrollo sostenible suscitan una preocupación cada vez mayor en el mundo, la EDS se encuentra en una posición idónea para establecer sinergias entre una gran variedad de subsectores de la educación, como la educación ambiental, la educación para la ciudadanía mundial, y otros que han surgido recientemente, por ejemplo, la educación del consumidor, la educación relativa al cambio climático y la educación para la reducción de los riesgos de desastre.
La “E” de la EDS se interpreta de maneras diferentes en todo el mundo y varía en función de las circunstancias de cada lugar. El margen que se concede para la participación y autodeterminación de los alumnos constituye un factor determinante. Cuando el margen es reducido, las modalidades pedagógicas de la EDS estarán más orientadas a la transmisión, mientras que si es amplio, la EDS se caracterizará por el pensamiento autónomo y la creación conjunta de conocimientos. En las versiones más recientes de la EDS, se insta a la adopción de otras modalidades de enseñanza, aprendizaje e interacción de los interesados.
En muchos países, las fronteras entre las escuelas, las universidades, las comunidades y el sector privado se están difuminando. En las instituciones de educación superior, la enseñanza y la investigación han empezado a girar en torno a los problemas de sostenibilidad y del mundo real. Contribuyen a ello las siguientes tendencias: la necesidad del aprendizaje permanente; la mundialización y las redes sociales que utilizan las TIC; la exigencia de la pertinencia de la educación en general; y el interés creciente del sector privado en el desarrollo de los recursos humanos. Al “superarse las fronteras” como consecuencia de todo ello, se está configurando de nuevo el aprendizaje formal, informal y no formal y están cambiando las funciones de los distintos interesados y las relaciones entre los sectores público y privado. Esa nueva configuración brinda una tribuna eficaz para la EDS. En el informe se citan ejemplos de aprendizaje social con múltiples interlocutores en el contexto de la EDS, mostrando que diferentes grupos sociales convergen y se complementan entre sí al formular respuestas locales en materia de EDS y desarrollo sostenible.
Los enfoques “institucionales” o “sistémicos” de la EDS y el desarrollo sostenible suscitan un interés cada vez mayor. Esa tendencia ha surgido al observar que sólo se pueden lograr avances considerables cuando se ponen en entredicho las prácticas, los objetivos y los valores existentes y se crean otros con la participación de múltiples interlocutores. Como indicaron muchos encuestados y, de hecho, mostraron, los mayores avances se logran cuando múltiples interlocutores intervienen en la reorganización de todo el sistema. En el caso de las escuelas y universidades, la reorganización abarca los planes de estudios, las actividades del campus, la cultura institucional, la dirección y gestión, las relaciones comunitarias, la investigación y la evaluación. En la actualidad, el interés en avanzar hacia un crecimiento “ecológico” sostenible que se observa en todo el mundo augura una reorientación de gran envergadura de la economía y la sociedad. La EDS está en condiciones de desempeñar una función clave en esa transición.
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Tomado de: Unesco (2012) Forjar la educación del mañana: Decenio de las Naciones Unidas de la Educación para el Desarrollo Sostenible – Informe 2012 (abreviado)
Accesible: aquí.