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sábado, 20 de junio de 2015

Gutiérrez Bastida, J.M. (2015): Desafíos actuales de la Educación Ambiental


Ponencia presentada en las III Jornadas Técnicas en Educación Ambiental. NUEVOS OBJETIVOS EN ACTIVIDADES DE EDUCACIÓN AMBIENTAL.Vitoria-Gasteiz, 18 de junio de 2015. Ataria - Centro de Interpretación de los humedales de Salburua. 

Desafíos actuales de la Educación Ambiental

Mirar desde el presente hacia el futuro requiere partir de los resultados de un diagnóstico o de una evaluación de lo realizado hasta ahora por la EA. Necesitamos ver la fotografía actual de la EA, ver sus luces y sus sombras, sus procesos y productos, para proponer nuevas o renovadas líneas de actuación. Ese va a ser el sendero que sigamos en esta presentación.
Para abordar este primer apartado nos encontramos con cierta literatura especializada que ha llegado a esta conclusión:

La EA ha fracasado

Estos autores y autoras analizados han encontrado las causas de este fracaso tanto dentro del propio campo de la EA, por su propio proceso, como fuera de él, es decir, por causas debidas al contexto en el que desarrolla su labor. Vamos con las razones externas:
1.       La crisis ambiental no ha desaparecido. Indicadores como la huella ecológica, huella hídrica o deuda ecológica muestran que el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la falta de justicia social, la desertización, la persistencia de sectores sociales desfavorecidos, la feminización de la pobreza, la pérdida de tierras productivas, la falta de atención a la salud y a la educación… siguen siendo problemas ambientales, esto es, sociales y ecológicos.

2.       No ha llegado el cambio soñado. La EA surge para ayudar a resolver los problemas medioambientales proponiendo un cambio social. Era el espíritu de Mayo del 68y… debajo de los adoquines no encontramos la playa. El cambio climático es hoy día el protagonista, es el síntoma; sin embargo, la enfermedad sigue siendo la misma que en 1968: el capitalismo (esto es algo lo que nos suele costar hablar a los educadores ambientales, parece como si
desprestigiásemos nuestro discurso al pronunciar este concepto, como si politizásemos el discurso de la EA cuando la EA, en realidad, es fundamentalmente una acción política).
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Hay razones internas debido al propio desarrollo de la EA como puedan ser:
1.       Es un campo en desarrollo. María Barba nos dice que la EA es un campo, o mejor, un transcampo, en el que interactúan el campo educativo, el ambiental y el social y cultural, y que se desarrolla condicionado por las diferencias, digamos, de poder que existen entre ellas. Un campo en tensión constante e influenciado por las directrices de las políticas administrativas, del mercado… un campo en construcción, por tanto con pocas certidumbres y muchas incertidumbres, con muchas definiciones y otras tantas indefiniciones.
2.       La exigencia de cambiar los valores para hacer el cambio social, cuando, en realidad, no se han definido nunca. Es más, cuando se supera la EA superficial y entra en este espacio surge el conflicto con la realidad, es decir con el sistema productivo y consumista que propician las políticas oficiales: cómo compaginar cooperación y competición, bienestar social y justicia social, o simplemente, el yo, mi comunidad y el planeta.
El factor ‘multi’.  Multiagentesactuantes: administraciones, asociaciones y ONGs, empresas…. Agentes con multiestrategias que, quizás, compartan una finalidad común, pero que no comparten objetivos específicos, maneras de hacer, donde apenas hay intercambio, donde hay mucha experiencia de EA y de lo que no es EA. Y donde cada cual busca preservar su especificidad por encima de lo que nos es común. Multidestinatarios:
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Pero, ¿es cierto que la EA ha fracasado?
1.       Hace unos años se realizó la serie “Voces contra la globalización”. En uno de los capítulos, todos los bustos parlantes ofrecían su visión del estado del planeta entre el gris carbón y el negro marte. Hasta que apareció Pedro Casaldáliga, religioso catalán, escritor y poeta, que afirmaba que a pesar de todos los pesares vamos para mejor: hay más conciencia, más ciudadanía, más movimiento popular y más solidaridad internacional. Nunca ha habido tanta ayuda al desarrollo, nunca tantas ONGs, nunca tanta solidaridad… cada día hay más conciencia de la exclusión, más indignación… Realmente, ¿hemos estado peor?
2.       Quienes vivimos en el mundo occidental utilizamos los distintos contenedores que clasifican los residuos domésticos, disfrutamos de carriles-bici, aprendemos en los centros de interpretación, vemos como se comienzan a usar vehículos eléctricos, aumenta progresivamente el uso de fuentes renovables, colaboramos con proyectos de desarrollo en países empobrecidos, aumentan opciones de comida ecológica en mercados y restaurantes, nos asociamos y creamos redes para obtener productos ecológicos, nos asociamos políticamente para encauzar la indignación y tratar de cambiar las cosas, estamos viendo los primeros edificios bioclimáticos, tenemos a nuestro alcance medicamentos genéricos, las empresas quieren lograr y exhibir sus estándares medioambientales, los bancos de alimentos han tenido que multiplicar sus almacenes, han surgido los primeros aparatos sin obsolescencia programada, aumenta la legislación ambiental… Todos estos “cambios” ¿Los ha producido el propio sistema socio-económico por sí mismo? ¿Ha tenido algo que ver la presión de sectores sociales cada vez más formados?  
3.       Un aspecto que a menudo se esquiva es el propio carácter de la educación. Los resultados de los procesos educativos no siempre se pueden medir y valorar al final del propio proceso, como afirma la propia Victoria Camps: “A veces se hace difícil creer que la educación sirve para algo porque los resultados son muy a largo plazo y pocas veces se verifican”. Además, posiblemente, los aprendizajes que se constatan y visualizan a muy largo plazo sean más trascendentes que los productos y resultados inmediatos. La catástrofe del Prestige fue un ejemplo de respuesta cívica de toda una generación de personas educadas medioambientalmente durante años, sin que dieran hasta ese momento atisbos de que lo habían hecho. La respuesta social y la respuesta educativa tanto desde movimientos sociales como desde la escuela como fue espectacular.
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Además, nos permitimos afirmar ahora que la EA ha fracasado, incluso, cuando en los últimos años:
1.       La crisis. la política medioambiental y la educación ambiental fueron de las primeras en caerse de la agenda política. Han cerrado entre el 60 y el 80% de los equipamientos medioambientales del Estado. En las administraciones públicas las ayudas a la EA han disminuido o desaparecido.
2.       Control de movimientos sociales y mercantilización de la EA. En muchos casos los programas de EA institucionales, a todos los niveles (locales o internacionales), han funcionado como elementos de control de movimientos sociales que, posiblemente, hubieran desarrollado otra cultura de la sostenibilidad de una manera más crítica.  Y, también, entre tanto agente interesado (multinacionales, financieras…) se ha producido una cierta mercantilización de la EA.
3.       Sosteniblabla. Empresas financieras, del sector de automóvil, gobiernos, ONGs, educadores y educadoras ambientales y un largo etcétera, todos y todas hablamos de sostenibilidad. Se lo añadimos a todo, como el aceite y el vinagre a la ensalada. Da igual la ensalada, sosteniblablá.
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Lucie Sauvé afirma que la educación ambiental apunta a construir una “identidad” ambiental, a dar un sentido a nuestro “ser en el mundo”, a desarrollar un sentimiento de pertenencia con la biosfera y a promover una cultura del compromiso. Por tanto, es momento de la nota musical “re”: toca re-pensarnos, repensar la comunidad, re-pensar el planeta, re-nacer, re-construir, re-crear, re-generar… re-clamar, re-conquistar, re-plantear. En este sentido:
1.       Si convenimos que la causa de la crisis ambiental que nos lleva hacia el colapso se deriva una manera de entender la relación entre el ser humano y el mundo, acordaremos que esa causa es fundamentalmente ética. Por tanto, el cambio hacia el que debe empujar la EA tiene que venir inexcusablemente de la mano de la ética.
2.       Una ética que:
a.       coloque la trama de la vidacomo máximo valor y como centro de toda reflexión y acción.
b.      se base en el pensamiento complejo, ya que el pensamiento complejo, tal y como afirma Morin, nos lleva a una ética de solidaridad.
c.       impulse la modificación de las políticasque afectan a estructuras económicas, tecnológicas e ideológicas básicas, que promueva más el crecimiento humano y, quizás, el decrecimiento económico, que impulse más apreciar la calidad de vida que buscar un nivel de vida cada vez más alto.
d.      una el saber con el deber. Que convierta el conocimiento en causa y origen de la acción.
3.       Una ética basada en la acción. Acción como una manera de ser, de saber, de vivir y de actuar. Se trata de explorar la ética como actividad diaria: siendo críticos, reflexionando sobre cuestiones complejas y dilemas éticos, reimaginando posibilidades…

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Gutiérrez Bastida, J.M. (2015). Desafíos actuales de la educación ambiental. III Jornadas Técnicas en Educación Ambiental. NUEVOS OBJETIVOS EN ACTIVIDADES DE EDUCACIÓN AMBIENTAL.Vitoria-Gasteiz.
Texto completo: aquí.

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