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jueves, 23 de abril de 2015

Mercado y Ruiz González (2006). El concepto de las crisis ambientales en los teóricos de la sociedad del riesgo


La cuestión ambiental es una de las problemáticas que puede considerarse como parte inherente al concepto de la modernidad reflexiva. No sólo porque es un legado del industrialismo –o del capitalismo como algunos autores afirman–, sino también porque están como referente de las acciones del Estado globalizado (Giddens); de la reflexividad característica de esta época (Luhmann, Beck); de la sociedad del riesgo y el concepto de contingencia que sirve para definir a la sociedad moderna (Beck, Luhmann, Giddens); de la globalización-globalidad y modernidad (Giddens, Beck), y en general, de la preocupación central del hombre del siglo XXI.

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EL DESASTRE NATURAL, ¿NATURAL? Se considera desastre natural aquel que
impacta en una pérdida humana, económica y social. Es una acción de la naturaleza hacia la sociedad y se presenta como fenómenos naturales, cuyo efecto se mide por las consecuencias colaterales que provocan en la población. Tal es el caso del cambio climático, que se considera como un posible desastre en la medida en que se alerta no sólo de una alteración del clima de una región, sino que pone en peligro a una buena parte de la civilización, en particular del norte desarrollado porque lo podría colocar en otra era glaciar, esto daría lugar a enormes luchas por la tierra, agua y, en general, por los recursos de los países del Sur. Según Rodríguez (1994),1 la percepción del riesgo ambiental como una catástrofe global comienza a manifestarse en los años setenta, producto de las inundaciones que tuvieron lugar a escala mundial. De esta forma, el sentido social de una percepción del riesgo puede ser visto tanto por el contenido como por el proceso para convertirse en algo objetivo. Los desastres naturales son comportamientos extremos de la naturaleza, cuyo impacto se da en la sociedad en general, pero con una devastación mayor en zonas económicamente menos favorecidas. Así, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) menciona que los desastres provocaban 20 veces mayor impacto sobre el Producto Nacional Bruto en países subdesarrollados, y Foladori (2005) menciona que el caso del huracán Katrina en Nueva Orleans es un claro ejemplo, ya que aun tratándose de un país desarrollado, esta ciudad puede considerarse víctima de la segregación por clases y etnias. 
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ORÍGENES DE LA CRISIS: ¿CAPITALISMO O INDUSTRIALISMO? La discusión sobre los orígenes del ambientalismo no es un asunto de mera retórica, tiene que ver con las formas de explotación de los recursos, derivadas de la racionalidad productiva, las cuestiones culturales, el aspecto técnico y con una posición teórica. Para la mayor parte de los teóricos de la sociedad del riesgo, la tesis fundamental es que las crisis ambientales tienen su origen en el industrialismo. Los especialistas que sostienen que estas crisis son producto del capitalismo muestran que la racionalidad propia de esta forma de explotación ha llevado a la destrucción intensiva de la naturaleza, porque es vista como una fuerza productiva. Subrayan que los capitalistas al concebir al recurso natural como una fuerza productiva sólo pretenden: optimizar ganancias, buscar tecnologías que subsanen el daño, explotar los recursos y protegerlos a través de incrementar su valor. Los analistas critican que el problema radica en que los capitalistas ven a estos fenómenos como externalidades. Al no considerar propiedad privada a estos recursos, los empresarios no pretenden asumir los costos de su desgaste y es por esta razón que siendo estos bienes propiedad de nadie son explotados intensivamente; en esta posición la clarifica Giddens en sus primeros años cuando era marxista.
Los procesos de destrucción ambiental han dependido de los .patrones tecnológicos y de un modelo depredador de crecimiento, que permite maximizar las ganancias económicas en el corto plazo. (Leff, 1994: 19). Por tanto, para proteger los recursos naturales se requiere modificar radicalmente el sistema y buscar nuevas formas de explotación. Hay quienes consideran que estas crisis, como el caso de Beck. son producto de la industrialización y se desataron con la revolución industrial; esta postura del industrialismo encontró más adeptos cuando se desenmascararon los efectos sobre la naturaleza que se llevaron a cabo en los países ex socialistas. Sus medidas para enfrentarlos son a través de tecnologías limpias y readecuando los recursos en igual proporción a la que se destruyen. La crisis ambiental es un problema derivado de lo social (Leff, 1994), esta afirmación plantea conexiones con estilos de vida y el orden económico en el ámbito mundial, con una forma organizativa de la producción y una cultura predominantemente de mercado.  
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La crisis ambiental es un punto importante en los teóricos de la sociedad del riesgo, sólo que la dimensión de estos análisis tiene diferente peso en cada uno; para Beck, este peso forma parte nodal de la construcción de sus planteamientos. La preocupación por los riesgos de la sociedad moderna no sólo ha sido producto de un acelerado desarrollo tecnológico, de niveles de consumo y formas productivas que están a un ritmo superior al ciclo natural, sino de las características reflexivas de la sociedad moderna, estas mismas particularidades del hombre moderno le han permitido un cambio en la forma de difundir y conocer los efectos colaterales. 
El punto esencial del análisis de las crisis ambientales se encuentra en el papel de la reflexividad, la observación de lo observado, que se requiere para que el problema pueda ser comprendido, tanto por la magnitud de su impacto (espacio-temporal) como por la complejidad de lo observado. 
El individuo tiene conciencia del problema ecológico gracias a la reflexividad; que le da elementos para sobrevivir frente a un riesgo de escala mundial y del efecto bumerang o colateral. 
Éste es uno de los aspectos que se ha discutido continuamente en las cumbres internacionales, el grado en que una crisis ecológica tiene una dimensión cultural que requiere de actos reflexivos para comprender, dimensionar, establecer políticas, cambiar patrones y evitar o disminuir el impacto ecológico. Acciones propias de los individuos que han vivido en una sociedad del riesgo. A grado tal que se ha hablado de un ciudadano del planeta cuando logra desarrollar una conciencia ecológica. 
A partir de la escalada mundial de los impactos ecológicos, se construye el sentido del riesgo en la modernidad, para algunos autores como Beck esta conciencia es insustituible y se convierte en el eje fundamental de una nueva dimensión de lo social. 

Mercado, A. y Ruiz González, A. (2006). El concepto de las crisis ambientales en los teóricos de la sociedad del riesgo. Espacios Públicos, vol. 9, núm. 18, 2006, pp. 194-213.


Accesible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=67601813 (21-4-2015)

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