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sábado, 31 de mayo de 2014

Cebrián, G. y Junyent, M. (2014): Competencias profesionales en Educación para la Sostenibilidad: un estudio exploratorio de la visión de futuros maestros.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA         La investigación que se presenta en este artículo se basa en un estudio exploratorio sobre la visión de un grupo de futuros maestros de educación primaria en relación a la Educación para la Sostenibilidad desde un punto de vista competencial. En primer lugar se redefine un marco conceptual de competencias profesionales de los maestros en Educación para la Sostenibilidad, basado en la especificación del concepto de competencia, el rol como formadores, las competencias generales y el desarrollo profesional en Educación para la Sostenibilidad. Este marco competencial a su vez orienta la exploración de la visión sobre competencias profesionales de los futuros maestros, que constituye el segundo objetivo de esta investigación. El instrumento utilizado es un cues­tionario al que han respondido un grupo de 32 alumnos de 3.º de Magisterio de la diplomatura de Educación Primaria, el análisis del cual ha sido básicamente cualitativo. Algunos de los resultados indican que los futuros/as docentes, participantes en el estudio, enfatizan la clarificación de valores, la capacidad de tomar decisiones, par­ticipar y actuar para el cambio, pero por el contrario no consideran visionar escenarios de futuro, el pensamiento crítico, el diálogo entre disciplinas y la gestión de las emociones y preocupaciones, competencias profesionales esenciales en la Educación para la Sostenibilidad. Se considera que los resultados obtenidos pueden orientar el diseño de estrategias didácticas y herramientas de evaluación para la mejora de la formación inicial del profeso­rado en el ámbito de las competencias profesionales en Educación para la Sostenibilidad.
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A partir del estudio exhaustivo de diferentes definiciones del término competencia y de la triangulación de los diferentes referentes y modelos teóricos citados anteriormente [CSCT Project (Sleurs, 2007); Modelo ACES (Junyent, Geli y Arbat, 2003) y Criterios de Calidad para Escuelas Sostenibles (Breiting, Mayer y Mogensen, 2005)], se propone la siguiente definición para la competencia profesional en Educación para la Sostenibilidad:
La competencia de educar a la ciudadanía para construir un mundo más justo, equitativo y sostenible. Im­plica la combinación de habilidades prácticas, conocimientos, motivación, valores éticos, actitudes y emo­ciones, y otros componentes sociales y de comportamiento que se movilizan conjuntamente ante un reto de sostenibilidad a nivel social, ambiental y/o económico que se sitúa en un determinado contexto cultural y en el entorno educativo. Son las competencias que tendrían que contribuir a mejorar la calidad de vida de la población y a construir una sociedad y un futuro más sostenible a través de la educación.


Podemos complementar esta definición indicando que se trata no de una única competencia, sino de una constelación de competencias que deberían contribuir a la mejora de la calidad de vida de la población.
En el ejercicio de concreción de la definición identificamos una serie de competencias profesiona­les, el conjunto de los cuales dota de entidad a la competencia profesional global en ES. Estas com­petencias profesionales se conceptualizan como las capacidades que debe desarrollar el/la docente en su ejercicio profesional para incorporar una dimensión de ES en el proceso de enseñanza-aprendizaje en Educación Primaria. El marco competencial que proponemos viene configurado por las siguientes competencias:
Visionar escenarios de futuro/alternativos: La capacidad de promover en el alumnado la compren­sión de los diferentes futuros posibles y el trabajo con visiones y escenarios, buscando caminos alternativos y cambios para el futuro.
Contextualizar: La capacidad de trabajar con el alumnado las diferentes dimensiones de un pro­blema o acción, la dimensión espacial (local-global) y la dimensión temporal (pasado, presente y futuro).
Trabajar y vivir con la complejidad: La capacidad de identificar y conectar las dimensiones eco­lógica, económica y social de un problema. El profesorado y el alumnado aceptan la incertidumbre y se generan las condiciones para el pensamiento sistémico en el entorno escolar. Se fomenta la capacidad de mirar a las múltiples causas y efectos cuando se exploran y se participa en situaciones.
Pensar críticamente: Crear las condiciones para el pensamiento crítico en el entorno escolar para cuestionarse asunciones y reconocer y respetar diferentes tendencias en diferentes situaciones. Promover en el alumnado la reflexión sobre las suposiciones que se encuentran debajo de cada crítica, opinión o manera de ver.
Tomar decisiones, participar y actuar para el cambio: Promover en los alumnos la capacidad de moverse de la conciencia a la acción, compartir responsabilidades e involucrarse en acciones conjuntas. La participación proporciona la motivación para discutir, encontrar soluciones y actuar en un contexto determinado.
Clarificar valores: El profesorado es capaz de promover la clarificación de valores y comporta­mientos hacia la sostenibilidad reforzando la reflexión, el respeto mutuo y la comprensión de otros valores entre el alumnado.
Establecer diálogo entre disciplinas: Desarrollar una enseñanza y aprendizaje basado en un diálogo entre disciplinas, planteado con un enfoque integrador e interdisciplinar.
Gestionar las emociones: Promover en el alumnado la capacidad de escuchar las propias emocio­nes, preocupaciones, inquietudes y a utilizarlas como medio para llegar a un conocimiento más profundo de los problemas y las situaciones, desarrollando resiliencia.
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Los futuros maestros y maestras, durante su formación inicial, tendrían que poder adquirir las competencias profesionales que les capaciten para hacer frente a los diferentes retos de sostenibilidad que se les planteará durante su práctica profesional, y por lo tanto, es necesario poder valorar si esta formación les aporta los conocimientos, las habilidades prácticas, las herramientas, las actitudes y los valores éticos que harán posible que sean capaces de afrontar estos retos. Procesos de ambientalización curricular con un enfoque competencial deberían ser planteados e implementados en las instituciones de formación del profesorado desde y en el contexto particular de cada institución.
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Más info: http://ensciencias.uab.es/article/view/v32-n1-cebrian-junyent













jueves, 15 de mayo de 2014

Las mil muertes de Chico Mendes

  • El mediático asesinato del activista brasileño hace 25 años no sirvió para frenar el asedio a los ecologistas: solo en la última década han caído otros 908 por defender el planeta

Era diciembre de 1990. Un terrateniente y su hijo eran condenados a 19 años por el asesinato del recolector de caucho, líder sindical y ecologista brasileño Chico Mendes, un trágico suceso del que se acaban de cumplir 25 años. Pese a lo pacífico de su lucha contra las empresas madereras que deforestaban el Amazonas, los dos hacendados decidieron meterle un balazo en el pecho, de noche y en su propia casa. Poco antes de su asesinato, Mendes pronunciaba estas palabras durante un discurso: "No quiero flores en mi tumba porque sé que irán a arrancarlas a la selva. Sólo quiero que mi muerte sirva para acabar con la impunidad de los matones que cuentan con la protección de la policía de Acre y que desde 1975 han matado en la zona rural a más de 50 personas como yo, líderes seringueiros (recolectores de caucho) empeñados en salvar la selva amazónica y en demostrar que el progreso sin destrucción es posible".


  • 1. Mendes, ante la sede de su sindicato.
    2. Dorothy Stang.
    3. Gonzalo Alonso Hernández.


    Se dijo entonces que aquella sentencia a los culpables suponía un precedente histórico para Brasil. Puede ser, pero desde luego no ha conllevado en absoluto un freno a este tipo de atentados contra activistas del medio ambiente. En 2005, el entonces presidente Luis Inacio Lula da Silva se vio obligado a desplegar 2.000 soldados en el área brasileña del denominado ‘pulmón del planeta’ para poner orden en esa jungla sin ley: acababan de asesinar a cuatro ecologistas y defensores de los 'sin tierra', entre ellos, otro icono de esta lucha, la religiosa estadounidense nacionalizada brasileña Dorothy Stang. Se dejó la vida ayudando a las familias campesinas contra los intereses de terratenientes y hacendados en el Amazonas. Las amenazas de muerte eran constantes, pero no podían con ella. Esto es lo que llevaba escrito en su camiseta: "La muerte del bosque es el fin de nuestra vida". Una mañana caminaba a una reunión con varios trabajadores cuando dos hombres le metieron seis balazos en el cuerpo. Un cadáver más junto a los de casi 800 campesinos caídos por este motivo en las últimas tres dácadas solo en el estado de Pará. Todos ellos impunes, excepto el de la monja; cinco años más tarde sentenciaban a 30 años de cárcel al hacendado que ordenó su asesinato. Tampoco este sonado crimen contribuyó a que se pusieran todos los medios necesarios para detener una masacre avalada por los datos.
    Coincidiendo con el aniversario de la muerte de Mendes, el grupo Global Witness (ong que lucha, según su definición, por "cambiar el sistema exponiendo los intereses económicos que se esconden tras los conflictos, la corrupción y la destrucción medioambiental") acaba de hacer público un informe titulado ‘Ambiente mortal’ en el que, entre 2002 y 2013, contabilizaron en 35 países 908 asesinatos de ecologistas y defensores del derecho a la tierra para los más desfavorecidos. Más del 80% de estos atentados tuvieron lugar en América Latina y en Brasil, siendo este país el peor para los abanderados de esta lucha: a él corresponden 448 de estas muertes. Le siguen Honduras (109) y Filipinas (67). La ong señala que el año 2012 fue el más sangriento de todos los registrados en el informe, con 147 fallecimientos, cerca del triple que en 2002. Tampoco es que la Justicia esté haciendo bien su trabajo, ya que detrás de todas estas muertes solo hay diez culpables entre rejas. "Estos datos demuestran que nunca había sido tan importante proteger el medioambiente como ahora, y que nunca había sido más arriesgado", dice Oliver Courtney, portavoz de Global Witness.

    1. Jairo Mora.
    2. Kimberly Blackwell.

    Chico Mendes inspiró a muchos otros, y algunos de ellos, bastantes, demasiados, también acabaron como él. Gente valiosa, preciosa, héroes como Gonzalo Alonso Hernández, biólogo español de 49 años que el pasado agosto fue asesinado en su casa, al parecer después de sufrir algún tipo de tortura, y arrojado después a una cascada en el Parque Cunhambebe, en el estado de Río de Janeiro. Allí vivía junto a su esposa desde hacía una década, dedicado a defender esa tierra de furtivos y pirómanos con intereses ganaderos, a los que llegaba a hacer una especie de seguimiento policial, fotografiándoles en pleno delito. Su familia denunció en febrero que la investigación está "paralizada".
    También cayó por la causa el joven costarricense Jairo Mora, en su empeño por defender los huevos de las tortugas laúd en el Caribe de su país. Su cuerpo apareció tendido en la misma playa donde acostumbraba a combatir a los saqueadores, desnudo y con un tiro en la cabeza. Así hablaba él tres semanas antes de ser asesinado: "Sí da miedo, pero en la playa todo el mundo me conoce y sabe que me llamo Jairo".
    En ese mismo país, en su casa en Osa, fue tiroteada en 2011 la conservacionista canadiense de 53 años Kimberly Blackwell, casi con toda seguridad por sus continuos enfrentamientos con los furtivos en aquella reserva de la naturaleza. Dedicaba parte de su tiempo a la fabricación de chocolate casero y amaba a los animales.
    Y así, hasta casi mil historias más... solo en la última década. Mendes, además de a otras personas, inspiró canciones, como 'Cuando los ángeles lloran', del grupo Maná. Paul McCartney escribió pensando en él 'How Many People'. Y Raúl Juliá hizo de él en un documental. Algunos no entienden la lucha ecologista, emplear tiempo, esfuerzo y dinero en salvar ballenas o bosques cuando hay niños muriendo de hambre y en guerras. Por supuesto. Pero Mendes lo explicaba así: "Al principio pensaba que estaba luchando para salvar los árboles de caucho. Luego pensé que lo hacía para salvar la selva amazónica. Ahora me doy cuenta de que estoy luchando por la humanidad". Éste es el vídeo con la canción de Maná mezclado con imágenes de la película protagonizada por Raúl Juliá.








sábado, 10 de mayo de 2014

Benayas, J. (2014) UNIVERSIDAD Y SOSTENIBILIDAD. REFLEXIONES PARA UN DEBATE. ¿LA UNIVERSIDAD ESTÁ LIDERANDO LOS CAMBIOS NECESARIOS PARA QUE LA SOCIEDAD SE COMPROMETA CON UN FUTURO MÁS SOSTENIBLE?

En un momento en el que nuestro país está atravesando una profunda crisis, cabe plantearse si las universidades están liderando los cambios que sería necesario emprender para hacer frente a un futuro más sostenible. Es decir, a construir alternativas económicas que garanticen dejar a nuestros hijos y nietos un mundo al menos con el mismo capital natural y de recursos que hemos heredado de nuestros padres y abuelos. El sociólogo polaco Zygmunt Baumant, al recoger el Premio Príncipe de Asturias 2010 de Comunicación y Humanidades ya hacía una importante reflexión en este sentido al señalar que “nuestros nietos pagaran la factura de nuestra orgia consumista”. El nivel de explotación de recursos y los impactos generados por la especie humana sobre la Biosfera ha alcanzado niveles insostenibles y sin ninguna duda el futuro por el que debemos trabajar debe partir de los principios de la sustentabilidad o por el contrario estará muy comprometida su viabilidad. 

En esta situación las universidades deberían desempeñar un importante papel al promover alternativas y generar debates que faciliten el cambio de modelo para ir construyendo un mundo más respetuoso con el consumo de recursos y más justo en su reparto entre todos los habitantes del planeta. En este contexto UNIVERSIA está realizando una serie de actividades para promover y preparar el III Encuentro Iberoamericano de Rectores, que se realizará los días 28 y 29 de julio de 2014 en Rio de Janeiro, bajo el lema “La Universidad del Siglo XXI: Una reflexión desde Iberoamérica”. Para ello ha promovido distintos debates en abierto entre la comunidad universitaria sobre los grandes retos a los que se enfrenta la universidad. 

Uno de ellos: http://participa.universiario2014.com/debates/debate?id=26 plantea recoger opiniones sobre si las universidades españolas y latinoamericanas están desempeñando un papel relevante en la estrategia de comprometer a la sociedad con los principios de la sustentabilidad. La dinamización del debate se realiza pidiendo a los participantes el posicionamiento entre dos alternativas o visiones contrapuestas. Es una forma de implicar y abrir entre los universitarios cauces para que participen activamente en procesos de reflexión y debate que pretenden ser constructivos y al que también te animamos para que participes aportando tu voto y opinión. 

LAS UNIVERSIDADES ESTÁN AVANZANDO HACIA LA SOSTENIBILIDAD 
La primera de las opciones que se plantean en este debate transmite una visión positiva sobre los esfuerzos que vienen realizando, en los últimos años, las universidades para aplicar medidas ambientales y de compromisos concretos con la sostenibilidad. En un estudio realizado en 2011 por el grupo de Evaluación de la comisión CADEP-CRUE “Evaluación de las políticas universitarias de sostenibilidad como facilitadoras para el desarrollo de los campus de excelencia internacional CEI)”  http://www.crue.org/Sostenibilidad/CADEP/Documents/Documentos/22.INFORME_EVALUACION_COMPLETO.pdf y financiado por el Ministerio de Educación se ponen de manifiesto algunos de los avances logrados en este campo por las universidades españolas. Tras aplicar cerca de 200 indicadores a más de 30 universidades españolas se identifican que los principales avances y actuaciones se han dado principalmente en el ámbito de la gestión de sus campus y en las actuaciones relacionadas con la sensibilización ambiental de la comunidad universitaria. Concretamente se identifican buenas prácticas en las actuaciones para ampliar y diversificar la biodiversidad de sus zonas verdes; en la mejora de la gestión tanto de los residuos tóxicos y peligrosos como en la recogida selectiva de los distintos tipos de residuos; en la aplicación de políticas de fomento de medidas para favorecer un transporte más sostenible como el uso de la bicicleta o en la incorporación de medidas para la reducción del consumo energético. 
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hay caminos trazados y el sistema universitario ya está experimentado un importante cambio y evolución en los procesos para incorporar políticas de sostenibilidad en sus campus. Aunque los pasos dados han permitido recorrer un trecho importante del camino aún quedan importantes cimas que hay que alcanzar. Cimas que plantean escollos de gran dificultad. A pesar de que las características y circunstancias de cada universidad son distintas, los problemas son muy similares y próximos.
[...]


Tomado del Boletín del Ceneam (mayo, 2014): http://www.magrama.gob.es/es/ceneam/2014-05-Benayas_tcm7-326014.pdf