Mesa redonda similar a la de Ingurugela. En ésta vemos a Josu (Ortzadar), Fermi y Margarida (A21E Barcelona), y compas de Colombia, México y países árabes. |
Título: Sistema de evaluación "Escuela hacia la sostenibilidad"
Resumen admitido:
El sistema de evaluación para ser “Escuela hacia la Sostenibilidad” pretende:
- Responder la calidad de los procesos de Agenda 21 Escolar.
- Reconocer el trabajo de las comunidades educativas en currículo, participación democrática y gestión sostenible.
- Crear una red de centros referencia y con dimensión internacional.
- Mejorar el programa ofreciendo a los centros senderos hacia la calidad educativa y la sostenibilidad del centro y del municipio.
La propuesta se basa en: un sistema de indicadores, una autoevaluación y aporte de evidencias con objetivo de autorregulación y una auditoría.
Publicación base: DE GUZMÁN, J.I. Y GUTIÉRREZ BASTIDA, J.M. (2009): Hacia la sostenibilidad escolar. Criterios de Calidad en educación para la sostenibilidad. Departamento de Educación, Universidades e Investigación y de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio del Gobierno Vasco. Vitoria-Gasteiz.
Artículo base: DE GUZMÁN, J.I. Y GUTIÉRREZ BASTIDA, J.M. (2010): Criterios de Calidad en educación para la sostenibilidad. Boletín del CENEAM, octubre. Valsaín, Segovia.
Talleres en formato de mesa redonda (unas 8 personas por mesa) de 40'. 15 talleres paralelos + otros eventos |
Ponencia: ppt.
Ponencia: texto:
Sistema de evaluación "Escuela hacia la sostenibilidad"
1. LA EVALUACIÓN EN La EDUCACIÓN ambiental
En la historia de la educaciónambiental (EA en lo sucesivo), la evaluación ha sido tenida en cuenta desde los primeros momentos tal y como atestiguan documentos como la Carta de Belgrado. En ella el Objetivo 5 de la Educación Ambiental define: “Capacidad de evaluación: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a evaluar las medidas y los programas de educación ambiental en función de los factores ecológicos, políticos, sociales, estéticos y educativos” (UNESCO, 1976, p. 4).
Desde entonces la EA y la evaluación han ido evolucionando progresivamente. Veintidós años después, Tilbury (1998) profundizaba en el tema afirmando que:
“La evaluación en EA no sólo es importante para valorar los éxitos obtenidos por los programas que se aplican sino que también sirve como instrumento de desarrollo que puede mejorar la calidad y eficacia de este campo de la educación. También sirve para enfocar o reorientar programas estratégicamente, así como para documentar la importancia de invertir en este proceso en el que todavía hay que convencer a muchos para que inviertan en EA como un proceso de cambio social.”
Hoy día, la evaluación en EA se nutre tanto de las aportaciones del mundo educativo, como de las áreas de gestión medioambiental. Puede medir los resultados, analizar los procesos; enfocarse en quien aprende, en quien enseña; servir para formar, para sancionar, para acreditar; puede buscar el grado de satisfacción de sus participantes…
La evaluación es también un mecanismo intrínseco a la Agenda 21 Educativa (A21E), programa que, aún con otra apelación, aglutina los esfuerzos de la comunidad educativa en dos dimensiones: una, enfocada a mejorar la calidad educativa y medioambiental del centro y, otra, a colaborar por la sostenibilidad del municipio y estableciendo relaciones con otros agentes sociales. En muchos casos, esta imbricada en la Agenda 21 Local.
La evaluación en la A 21E tiene un valor multidimensional de forma que sirve para valorar los resultados obtenidos y proponer las mejoras necesarias. En este sentido, la evaluación ayuda al progreso de las acciones emprendidas, a su eficacia y eficiencia; aporta aprendizaje a los protagonistas del proceso, especialmente al alumnado; a su vez, mejora el trabajo en clave de sostenibilidad y, en definitiva, facilita el cambio social que propugna la EA.
En cualquier caso, un criterio a tener en cuenta es que la evaluación en la A 21E debe ser participativa en el diseño, en su realización y en la obtención de resultados, valoraciones y conclusiones y, por tanto, también en la toma de decisiones. Aunque exige un alto grado de autocrítica, este enfoque brinda una gran oportunidad a los agentes participantes para que avancen en un proceso de construcción de acciones de EA mejor adaptadas al contexto, más efectivas medioambientalmente y más significativas desde el punto de vista educativo.
Las características de evaluación del programa en general y de los proyectos de los centros queda reflejada en la siguiente Tabla 1.
Tabla 1. Caracterización de la evaluación de programas y proyectos.
Cuestiones | programas | proyectos |
Quién evalúa | Instituciones u organismos promotores. | Agentes de la comunidad educativa. |
Qué se evalúa | Procesos realizados y resultados obtenidos por los centros escolares. | Procesos, resultados y logro de competencias por parte del alumnado. |
Cuándo se evalúa | En un momento trascendental de su desarrollo o en su finalización. | Comúnmente, se consideran tres fases (inicial, procesual y final), en el marco habitual de un curso, dos o, incluso, tres. |
Cómo se evalúa | Con indicadores y criterios de evaluación. Se compilan los proyectos y experiencias realizadas. | Con indicadores y criterios de evaluación que se aplican a los objetivos planteados. Tienen carácter formativo, ya que la propia evaluación actúa como elemento educador. |
Para qué se evalúa | Para valorar y documentar los logros obtenidos con el fin de ajustar el programa que está en marcha o tomar nota de aspectos a tener en cuenta a la hora de realizar futuros programas[1]. | Para valorar y documentar los procesos realizados y los resultados obtenidos, valoración que servirá para la detección de problemas y para tomar decisiones de cara al futuro. Para comunicar el desarrollo del proyecto a la comunidad educativa[2]. |
2. calidad en proyectos de educación ambiental
Leff (2006, p. 2) parte de que “La crisis ambiental es el signo de una nueva era histórica. Esta crisis civilizatoria es ante todo una crisis del conocimiento”, y por ello llama a repensar el mundo y la condición humana en la era posmoderna. En este escenario “la EA pretende ser agente de una transformación social necesaria para la supervivencia del planeta, y debe aceptar la necesidad de transformarse a sí misma en cuanto que está impregnada de esa cultura que está tratando de modificar” (Mayer, 2006, p. 18).
Por tanto, la EA no es un simple cambio de hábitos o poner papeleras de colores, es una compleja herramienta de cambio social que busca la sostenibilidad en una sociedad insostenible. La EA afronta el desafío de clarificar el espacio socio-ambiental moderno y las estrategias sociopolíticas necesarias para colaborar en la búsqueda de las soluciones más adecuadas y más responsables (Gutiérrez, 2007).
Sin embargo, a más de 30 años de su surgimiento las experiencias de EA ofrecen caras muy diversas: desde las ancladas en la relación exclusiva con la naturaleza, a la de programas de complejas estructuras organizativas y de funcionamiento, que fomentan activamente la transformación social. Por tanto, es necesario distinguir buenas prácticas y maneras de hacer que puedan servir de modelo y sean susceptibles de adaptación a contextos escolares diversos.
Un centro educativo que camina hacia la sostenibilidad es una comunidad escolar que provoca la construcción de nuevas formas de ver nuestro futuro común, que participa de la cultura de la complejidad, que utiliza el pensamiento crítico, que aclara valores, que vive y siente el medio ambiente y que actúa responsablemente. De esta manera ofrece una educación innovadora en la que se revisan la organización, el funcionamiento, la gestión, la participación democrática, las áreas, la metodología y el papel del profesorado, y fomenta, a su vez, la colaboración en redes locales, regionales o globales (Breiting, Mayer y Mogensen, 2005).
En este contexto, la evaluación de la calidad se convierte en garantía del sistema social y en salvaguardia del desarrollo de procesos centrados en la complejidad, en la diversidad, en la acción-reflexión, en la competencia ante los problemas medioambientales, en la perspectiva sincrónica y diacrónica… La evaluación de la calidad de los proyectos es un aval de que se focalizan hacia los objetivos finales de la EA y de que la vida del centro educativo es coherente con los mismos.
En la práctica, reconocer la calidad de los proyectos que superan ciertos criterios conlleva alguna acreditación que, frecuentemente, consiste en algún elemento que dota de visibilidad y reconocimiento social a la calidad demostrada (una titulación, una placa, una bandera…), alguna ayuda económica, la posibilidad de participar en alguna red de trabajo donde intercambiar y enriquecer las experiencias u otro tipo de incentivo.
2.1 Tipos de acreditación de la calidad en educación ambiental:
Atendiendo a las diferencias entre programas nos encontramos con diversas formas de acreditación. En unos casos la acreditación viene por la culminación del proyecto en el centro, en otros, la acreditación es consecuencia de la calidad del proyecto. Veamos algunos tipos de acreditaciones en programas de Agenda 21 Educativa o de características similares.
2.1.1 Un reconocimiento de carácter internacional: la Bandera Verde de Eco-schools.
Ecoescuelas es un programa desarrollado a nivel mundial, que surge en 1995 de la mano de la Foundation for Environmental Education (FEE), y que fomenta la EA para el desarrollo sostenible y la gestión y certificación ambiental en centros de enseñanza obligatoria. Actualmente, este programa busca la implicación de las autoridades municipales, a través de sus Agenda Locales 21, para que las ideas surgidas del trabajo realizado en los centros escolares puedan ser llevadas a la práctica y, de esa manera, se facilite la participación ciudadana en la sostenibilidad local.
El programa Ecoescuelas proporciona un sistema integral de gestión y certificación ambiental para los centros escolares “Basado en elementos de un programa de gestión medioambiental como el EMAS (Environmental Management System), el proceso implica una amplia gama de actores, pero son los alumnos los que mantienen el papel más importante” (FEE[3]).
Los centros educativos que desean participar en el programa deben desarrollar las fases establecidas y presentar una memoria anual a FEE o a su representante nacional (ADEAC, en el Estado) para su evaluación. El programa cuenta con dos herramientas para el logro del reconocimiento:
1. Cuestionario de evaluación de Ecoescuelas: para la autoevaluación del centro.
2. Evaluación externa por parte de FEE o su representante nacional: basado en el análisis de memorias y Cuestionarios y/o en visitas de asesoramiento.
Los centros que superan los criterios predeterminados (participación mayoritaria de la comunidad educativa, alcanzar más del 65% de los objetivos del Plan de Acción, desarrollar una estrategia de comunicación…) obtienen un Diploma y una Bandera Verde de Ecoescuela, por tres años.
El programa muestra unas cifras extraordinarias: 43 países implicados, 27.000 escuelas implicadas, 6.000.000 de estudiantes, 400.000 docentes y 4.000 autoridades locales. De los citados centros más de 5.000 cuentan ya con la Bandera Verde de Ecoescuelas. Un símbolo que aúna las experiencias escolares hacia la sostenibilidad de jóvenes de México, Nigeria o Japón, por ejemplo.
2.1.2 Tipos de acreditación en el continente americano
En Chile se aplica el Sistema Nacional de Certificación Ambiental de Establecimientos Educativos (SNCAE)[4], que se compone de tres niveles (Básico, Medio y de Excelencia), secuenciados, que permiten que los centros educativos pueden ir avanzando en forma gradual y continua desde un nivel de menor complejidad a uno de excelencia.
Perú desarrolla la Campaña Nacional Escuelas Limpias y Saludables, un proceso de reconocimiento de logros en educación y gestión ambiental escolar. Los centros realizan una autoevaluación sobre cuatro aspectos: gestión curricular (32% de la nota final), gestión ambiental (24%), salud ambiental (24%) y gestión de riesgos (20%). Tras una auditoria, cada curso se otorgan diversos distintivos, entre otras, la bandera verde con tres estrellas doradas a los tres centros más destacados a nivel estatal.
En Estados Unidos se desarrolla el programa Escuelas Verdes para movilizar a las comunidades escolares a favor de la construcción sostenible, el cuidado de los recursos y un plan de estudios ambientalista. Las escuelas de un distrito acuerdan trabajar conjuntamente con el compromiso de reducir sus emisiones de CO2 entre un 5% y un 15%. Al final del proceso se verifica el cumplimiento del compromiso y se otorga el título de Escuela Verde.
2.1.3 Tipos de acreditación en el continente asiático
China lleva a cabo el premio Escuela Verde, que tiene en cuenta la gestión escolar y protección del medio ambiente, el currículo de EA y el desarrollo profesional, y la ambientalización de la escuela. Los premios se categorizan, a través de un proceso de auditoria, en nivel municipal, provincial y nacional. Hasta la fecha, más de 15.000 escuelas han recibido algún nivel de reconocimiento.
India cuenta con el Premio Escuela Verde que reconoce las escuelas del país responsables con el medio ambiente[5]. El proceso se basa en una autoevaluación de las prácticas ambientales de la escuela. No se trata simplemente de un premio, sino una promesa y un compromiso de las escuelas para mejorar la gestión ambiental. El objetivo del Premio no es sólo una calificación, sino un esfuerzo para atraer a todas las escuelas del país, a pasar por las categorías roja, naranja y amarilla hacia la categoría verde, que representa un logro ambiental del 70% o más de los objetivos propuestos.
En Hong-Kong, el premio Escuela Verde es organizado por varias instituciones estatales con el fin de que las escuelas formulen un plan de gestión medioambiental, desarrollen actitudes favorables al medio ambiente y promuevan acciones en las que participen todos los agentes de la comunidad educativa[6]. Los criterios de concesión atienden a los ámbitos de infraestructura ambiental, gestión ambiental, EA y participación de la comunidad educativa en actividades medioambientales.
2.1.4 Tipos de acreditación en Oceanía
Nueva Zelanda promueve el programa Enviroschools[7]. Las escuelas pasan por las fases de organización, visión, aprendizaje y acción, y reflexión. Los Premios Enviroschools, esencialmente hitos a lo largo de un viaje de la escuela, son una parte opcional del programa. Enviroschool Bronce, Plata y Oro Verde son incentivos que proporcionan a la escuela una valiosa oportunidad para la reflexión y para documentar su viaje.
Curiosamente, en Australia[8], tras una investigación sobre las experiencias de EA en centros escolares del país, se concluyó que las escuelas no se introducen en los programas por el reconocimiento que puedan obtener sino por los beneficios que logran el alumnado, el centro, el entorno y la comunidad educativa.
2.1.5 Tipos de acreditación en el continente europeo
En Suecia, se ofrece el premio Escuela Verde[9]. Las escuelas que trabajan en clave de sostenibilidad deben cumplir con ciertos criterios específicos antes de aplicar las condiciones para el premio que tiene una validez de tres años y que busca incorporar todos los aspectos de la vida escolar, el consumo, la democracia, la ética, la estética, la cultura, la salud y el medio ambiente físico. Los criterios de evaluación tienen un desarrollo multi-disciplinario y participativo y se realiza una auditoria.
Alemania, con la campaña Escuela del Futuro-Educación para la Sostenibilidad[10], busca la sostenibilidad en las escuelas y la creación de redes en cooperación con agentes no educativos. Los principales temas -clima, energía, consumo, salud, naturaleza y biodiversidad- son elegidos por las escuelas como escenarios donde abordar cuestiones de justicia internacional, de economía y de sociedad. Las escuelas trabajan dos años en sus proyectos y en 2011 un grupo de ellas serán evaluadas de acuerdo a criterios preestablecidos. Los centros que respondan a dichos criterios serán premiados como Escuela del futuro.
Muchos centros escolares de Letonia, Lituania, Kaliningrado, Polonia, Dinamarca y Suecia trabajan en común el Proyecto de Desarrollo de Escuelas Círculo Verde[11]. Durante tres años trabajan alrededor de la salud, flora y fauna, áreas dignas de protección, reciclado y escuela. Los centros participantes, basándose en los propios criterios de elaboración del proyecto, eligen el Proyecto de Oro de las Escuela Círculo Verde.
Ya en el Estado, y concretamente en Cataluña, las escuelas que participan en el programa Escola Verda[12]realizan un diagnóstico ambiental, un plan de cohesión ambiental y unos programas de acción. La valoración favorable por parte de los departamentos de Educació y Medi Ambient de la Generalitat de Catalunya conduce al otorgamiento del Distintiu Escola Verda. Este distintivo, con una vigencia de 3 años, consiste en un certificado de la Generalitat y una placa. Unos 250 centros desarrollan el programa.
En Extremadura, se desarrolla el programa Ecocentros[13]. El distintivo que se entrega a los centros que han cubierto todos los objetivos recogidos en su Plan de Acción es la Bandera Verde , galardón por dos años que otorga tras su evaluación el Comité de Evaluación. Hay cerca de 40 centros reconocidos.
2.2 Una propuesta de criterios de calidad en educación ambiental
En 1986 se crea ENSI (Environment and Schools Initiatives-Medio ambiente e iniciativas escolares[14]) una red internacional que fomenta el desarrollo de la educación, la comprensión del medio ambiente y métodos activos de enseñanza-aprendizaje, a través de la investigación y el intercambio de experiencias. En su historia y contando con la colaboración de entidades de 21 países y diversas instituciones internacionales, ENSI ha impulsado el trabajo en red realizando diversos proyectos. De 2002 a 2005 ENSI colabora con la red de SEED (School Development through Environmental Education-Desarrollo Escolar a través de la EA , cuyo acrónimo en inglés significa semilla), proyecto financiado por la Comisión Europea dentro del programa Comenius III, que promueve la EA como una fuerza motriz para el desarrollo escolar y que se desarrolla en 13 países.
SEED entiende como Escuelas para la Educación para un Desarrollo Sostenible (EDS)[15]aquellas cuya finalidad es ofrecer a los estudiantes un contexto para que desarrollen una ciudadanía activa y una participación social, e incluye la complejidad de las dimensiones sociales, económicas, políticas y medioambientales del desarrollo sostenible (Breiting et al., 2005).
Ambas redes acordaron desarrollar un proyecto de investigación en dos fases: primero, identificar los criterios basados en los valores de la EA que eran utilizados para guiar y premiar a las escuelas implicadas con la sostenibilidad y, posteriormente, realizar una propuesta de criterios de calidad para las EDS. La finalidad era ayudar al desarrollo internacional de criterios para la EDS. De aquí surgen dos trabajos: A Comparative Study on Ecoschool Development Process (Mogensen y Mayer, 2005) y Quality Criteria for ESD-Schools (Breiting et al., 2005).
El resultado de esta última investigación está dirigido a las escuelas y autoridades educativas encargadas de la EA y presenta un listado no exhaustivo de criterios de calidad susceptibles de ser utilizados como punto de partida para reflexiones, debates y desarrollo de trabajos. Los criterios se agrupan en los bloques y áreas que se observan en la Tabla 2.
Tabla 2. Criterios de Calidad de ENSI y SEED: Bloques y áreas.
Calidad de los procesos de enseñanza-aprendizaje | Política y organización | Relaciones externas |
1. Enfoque del proceso de Enseñanza-aprendizaje 2. Resultados visibles 3. Perspectivas futuras 4. Cultura de la complejidad 5. Pensamiento critico y lenguaje de la posibilidad 6. Clarificación del valor 7. Perspectiva basada en la acción 8. Participación 9. Materia de estudio | 10. Administración y planificación 11. Clima escolar 12. Gestión 13. Reflexión y evaluación | 14. Cooperación dentro de la comunidad 15. Trabajo en redes y trabajo entre miembros |
2.3 Una contextualización de la propuesta de criterios de calidad en el País Vasco: Iraunkortasuneko eskola / Escuela hacia la sostenibilidad
En el año 2006 se realizó la evaluación del programa A21E en el País Vasco[16]que puso de manifiesto tanto los resultados y procesos realizados hasta aquella fecha como sus potencialidades. Se revelaron como elementos básicos para el buen desarrollo del programa el protagonismo del alumnado, la implicación del equipo directivo, el conocimiento del medio ambiente escolar y local, y la comunicación efectiva al conjunto de la comunidad educativa.
En dicha evaluación se recogieron también diversas inquietudes de los centros entre las que destacaba que, respecto al trabajo realizado, percibían un déficit en el reconocimiento social y cierta “invisibilidad” ante las entidades promotoras. Éste es el origen de la idea de dotar de un reconocimiento y una discriminación positiva a los centros del País Vasco con experiencias de calidad, para lo cual se hizo preciso establecer un sistema de criterios de evaluación.
La principal fuente para la elaboración de la propuesta fueron los criterios de calidad de la citada obra de Breiting et al. (2005), resultando el siguiente sistema de evaluación de la calidad:
A) Un sistema de indicadores y de criterios de calidad, tanto cuantitativos como cualitativos, que ayuda a comprender, explicar y representar el desarrollo del programa A21E en los centros educativos. El sistema de indicadores cuenta con tres niveles de concreción: los seis objetivos de la A 21E; seis indicadores con veintiún subindicadores, y cien criterios de calidad que puntualizan los suindicadores (ver Tabla 3).
Tabla 3. Indicadores y subindicadores del sistema de reconocimiento “Escuela hacia la sostenibilidad” del País Vasco.
INDICADORES | SUBINDICADORES |
Sostenibilidad | - Sensibilización - Reflexión - Clarificación de valores - Clima escolar |
Complejidad | - Cultura de la complejidad - Visión de futuro - Propuesta de alternativas |
Proceso | - Organización. - Metodología. - Evaluación. - Resultados. |
Participación | - Características de la acción. - Perspectiva y protagonismo del alumnado - Comunidad educativa - Foro Escolar Municipal |
Cooperación | - Cooperación en el centro escolar - Cooperación entre centros. - Cooperación en el municipio |
Currículum | - Procesos de enseñanza-aprendizaje. - Innovación educativa. - EA para la sostenibilidad |
Los criterios de calidad son entendidos como una clase ordenada de hechos que conforman el modelo de referencia evaluador. Son, a la vez, herramientas de control y oportunidades de mejora. Deben guiar los pasos, suscitar interés y provocar cambios en los centros de experiencia contrastada. En definitiva, son una serie de valores enunciados en forma de expresiones concretas y cercanas a la práctica educativa.
B) Una autoevaluación, a partir de un cuestionario que contiene los 100 criterios de calidad y que exige un aporte de evidencias por parte del centro escolar. Tiene una clara intención autorreguladora de la actividad del centro.
C) Una auditoría externa. La Comisión Evaluadora de la A 21Eanaliza el cuestionario de autoevaluación del centro (la coherencia con la que se justifican las puntuaciones y la solidez de las evidencias en que se apoyan), comprueba el clima escolar (implantación del programa en la comunidad educativa y visibilidad de la A 21E en el centro) y eleva propuesta de reconocimiento Iraunkortasuneko eskola/Escuela hacia la sostenibilidad a los Departamentos implicados.
El reconocimiento consiste en una placa y una Bandera de Escuela hacia la Sostenibilidad. Durante el curso 2007-08 se nombraron las primeras 25 Iraunkortasuneko eskola/Escuela hacia la sostenibilidad y en el 2008-09 otras 14.
a modo de CONCLUSIóN
El tema de la calidad es siempre controvertido, y más en educación. La calidad, además de su carácter mercantil, es una cualidad social cuando la ciudadanía exige garantías a la hora de satisfacer sus necesidades y bienestar o de justificar la asignación de recursos. Sin embargo, los valores, los principios y, sobre todo, qué procedimiento establece el estándar de calidad pueden ser diversos y estar enfrentados, lo que hace que no sea unánimemente aceptado. A esto se añade que, en educación, los logros no son siempre tangibles y ni siquiera medibles ya que sus efectos no son inmediatos, sino que se observan a medio y largo plazo y, a menudo, dependiendo del contexto.
En educación, además, definir la calidad de los centros puede correr el riesgo de pretender uniformizar propuestas educativas y hacerlas ajenas a su contexto social y natural. En general, en lo que sí se está de acuerdo es en la necesidad de discriminar positivamente a los centros que llevan una trayectoria de trabajo coherente, contextualizado, con buenas prácticas, procesos adecuados y resultados contrastados.
A treinta años de sus orígenes, la EA también necesita reconocer cuáles son sus buenas prácticas, cuáles las experiencias de las que podemos aprender por su sentido, por su capacidad de sensibilización, por su valor educativo, por su interrelación con el entorno, sus resultados medioambientales…, y que puedan ser contextualizadas en otros entornos, nunca aplicadas miméticamente.
En la medida en que el desarrollo de programas o actividades haga que un centro se acerque al logro de los objetivos de la EA y sea coherente con ellos, tanta o más calidad tendrán dichas experiencias y podrán ser positivamente discriminadas. En la actual cultura de la fiscalización, la denuncia, la queja… esta iniciativa de reconocimiento aumenta la autoestima de las comunidades escolares, lo que incentiva a su vez la motivación, las ganas de seguir trabajando y de caminar hacia la sostenibilidad.
Por último, queda seguir investigando los mejores métodos de evaluación de programas o acciones que en nombre de la educación hacia la sostenibilidad se están llevando a cabo para analizar en qué paradigmas se sustentan, qué tipo de coherencia desarrollan entre los ideales que propugnan y la vida cotidiana del centro, qué impacto tienen en el desarrollo competencial del alumnado, en la comunidad educativa y en el entorno cercano. Un ámbito en el que universidad y escuela deberían ir de la mano.
BIBLIOGRAFÍA
Bennett, D. (1993). Evaluación de un programa de educación ambiental. Los Libros de la Catarata. Bilbao.
Benito, J., Gutiérrez, J.M., Hernández, R. y Marañón, J. (2008): Guía de la Agenda 21 Escolar. Educar para la sostenibilidad. Gobierno Vasco, Departamento de Educación, universidades e Investigación y Departamento de Medio Ambiente y ordenación del Territorio. Vitoria-Gasteiz.
Breiting, S., Mayer, M. y Mogensen F. (2005). Criterios de calidad para escuelas de EDS. Guía para mejorar la calidad de la educación para el desarrollo sostenible. Austrian Federal Ministry of Education, Science and Culture. Viena , Austria .
Gutiérrez, J.M. (2007). Agenda 21 Escolar: educación ambiental de enfoque constructivista. Carpeta del Ceneam, febrero. Madrid.
Gutiérrez, J.M., Benito, J. y Hernández, R. (2007). Evaluación del programa Agenda 21 Escolar 2003-2006. Gobierno Vasco, Departamento de Educación, universidades e Investigación y Departamento de Medio Ambiente y ordenación del Territorio. Vitoria-Gasteiz.
Leff, E. (2006). Complejidad, racionalidad ambiental y diálogo de saberes. Carpeta del Ceneam, enero. Madrid.
Mayer, M. (2006). Criterios de calidad e indicadores en educación ambiental. En Departamento de Medio Ambiente, Gobierno de Aragón, y Colectivo de Educación Ambiental S.L. La Educación Ambiental en Aragón en los albores del siglo XXI. Zaragoza.
Tilbury, D. (1998). Investigación sobre evaluación en educación ambiental. Ponencia presentada en las III Jornadas de Educación Ambiental. Pamplona. Extraído el 24 de noviembre de 2004 desde http://www.mma.es/portal/secciones/formacion_educacion/recursos/rec_documentos/evaluacion1.htm
UNESCO. (1976). La carta de Belgrado: un marco global para la educación ambiental. UNESCO. París, Francia.
Weissmann, H. y Llabrés A. (2001). Guía para hacer la Agenda 21 Escolar. Ministerio de Medio Ambiente. Madrid.
[2] Ejemplos de este tipo de evaluación se pueden encontrar, entre otros, en Weissmann y Llabrés, (2001) y en Benito, Gutiérrez, Hernández y Marañón (2008).
[4] http://www.chinaeol.net/
[5] http://www.cseindia.org/programme/eeu/eeu-index.htm
[6] http://www.ecc.org.hk/english/core/core_detail_list.php?catid=29
[7] http://www.enviroschools.org.nz/
[8] http://www.environment.gov.au/education/aussi/
[9] http://www.netjoy.ne.jp/~lena/The%20Sustainable%20School%20Award.pdf
[10] http://www.agenda21-treffpunkt.de/schule/
[11] http://www.pradinukas.ku.lt/GSC.htm
[12] http://mediambient.gencat.net/cat/ciutadans/educacio_ambiental/escoles_verdes/inici.jsp
[13] www.extremambiente.es/index.php?option=com_content&task=view&id=694&Itemid=202
[14] http://www.ensi.org/
[15] http://seed.schule.at/webpage.php
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