En 1995 realizamos una investigación en el Grupo Pedagógico del Centro de Experimentación Escolar de Pedernales (CEEP/SESZ) sobre las ideas previas del alumnado de 7, 9, 11 y 14 años sobre 9 problemáticas ambientales. En 2013, se han vuelto a pasar las mismas pruebas a los mismos segmentos de población para comparar los resultados 18 años después.
Comparto en este blog la ponencia presentada en el V Congreso Internacional de Educación Ambiental, celebrado en Madrid, del 12 al 15 de marzo de 2015.
[...] Driver, Guesne y Tiberghien con su obra Children ́s ideas in science (1985) iniciaron campo de la investigación en ideas previas. La primera en el Estado se debe a Rosario Cubero que publicó Cómo trabajar con las ideas de los alumnos (1989). En estos primeros estudios se argumenta que son
concepciones personales, elaboradas de modo más o menos espontáneo en su interacción cotidiana con el mundo; que pueden ser incoherentes desde el punto de vista científico, pero no tienen por qué serlo desde el punto de vista del niño o de la niña; que son estables y resistentes al cambio, por lo que muchas veces persisten a pesar de muchos años de instrucción académica; que son incompletas, ya que no abarcan todos los aspectos de las situaciones o de los fenómenos a explicar; que son de carácter implícito frente a las concepciones explícitas de la ciencia; que mantienen una cierta similitud con la evolución histórica de la ciencia; y que, por último, son concepciones ligadas al nivel de desarrollo evolutivo, y por lo tanto relativamente comunes a niños y niñas de una misma edad.
Bajo estas premisas, se impulsa su estudio, análisis y, sobre todo, estrategias didácticas específicas con el fin de provocar conflictos cognitivos y su resolución y lograr el cambio conceptual, y en particular, el cambio actitudinal en educación ambiental. Las ideas previas que sobre un tema o contenido concreto tiene nuestro alumnado deben ser extraídas a partir de sus expresiones tanto orales como escritas. A tal fin, la primera actividad que llevamos a cabo en el proyecto de trabajo es el de recoger las ideas previas que tiene el alumnado con respecto a la temática a trabajar, individualmente y por escrito mediante hojas de trabajo (diagnosis) y en grupo recogiendo en mapas conceptuales lo que comunican oralmente (prognosis).
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En 1995, en el CEEP realizamos un estudio sobre las ideas previas que en aquel momento presentaba el alumnado de 7, 9, 11 y 13 años de edad en torno a los siguientes objetos de estudio: desarrollo y proceso alimentación de las plantas (prueba 1), elementos de un ecosistema (2), relaciones dentro de un ecosistema (3, el bosque, y 4, la costa), el ciclo del agua (5), el recorrido urbano del agua (6), usos del agua por el ser humano (7), deforestación (8) y el impacto humano en la naturaleza (9).
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Dieciocho años después de aquella investigación, el planeta ha cambiado. Por una parte, procesos como la globalización, la certeza del cambio climático de origen antropogénico, las hambrunas, las crisis económicas, los conflictos bélicos, la profundización en la brecha entre enriquecidos y empobrecidos, la evolución tecnológica y las nuevas formas de comunicación social... han modificado la manera de vivir y de relacionarnos entre los seres humanos y con la biosfera. Por otra parte, instituciones de carácter global como Naciones Unidas o la Unesco han desarrollado e impulsado la educación para el desarrollo sostenible. Asimismo, organizaciones sociales e instituciones educativas han dado un salto cualitativo en el desarrollo de sus programas de educación ambiental (ecoauditoría, agenda 21 escolar, ecoescuelas, escolas verdes, centros hacia la sostenibilidad...).
Hemos comprobado que la educación ambiental se ha extendido, ha cogido más peso y ha obtenido algunos resultados. No ha producido el deseable cambio social, pero si ha producido ‘cambios’ (Gutiérrez Bastida, 2013). Por todo esto, el presente se ofrece como una oportunidad para comprobar si todos estos programas y acciones institucionales o sociales, formales, no formales e informales, han producido cambios en las ideas previas de las nuevas generaciones de alumnos y alumnas...
Así, la hipótesis de esta segunda oleada es: los alumnos y alumnas de 7, 9, 11 y 13 años del curso 2012-13 ofrecen respuestas de mayor complejidad (mayor nivel de formulación) que los del curso 1994-95. Se obvió la referencia a la segunda hipótesis-interrogante de la primera investigación, ya que no se juzgó significativa dados los resultados obtenidos entonces.
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Tomado de: Bastida, S., Gutiérrez, Bastida, J.M., Arriola, E. y Grupo Pedagógico del Centro de Experimentación Escolar de Pedernales (2015). Estudio comparativo entre generaciones (1995-2013) sobre las ideas previas del alumnado en torno a distintas problemáticas ambientales. V Congreso Internacional de Educación Ambiental.
Accesible: aquí.
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