Páginas / Web-orrialdeak

martes, 4 de diciembre de 2012

Orellana, I y Fauteux, S.: La educación ambiental a través de los grandes momentos de su historia

LA EDUCACIÓN AMBIENTAL A TRAVÉS DE LOS GRANDES MOMENTOS DE SU HISTORIA
Isabel Orellana y Stéphane Fauteux

La conferencia de Tesalónica (1977) marca un giro importante en la educación ambiental (EA).
De ahí en adelante ésta es considerada en la perspectiva de la educación para un futuro viable, al
servicio del desarrollo sustentable. En un artículo de la revista Environnmental Communicator,
Knapp (1988) se plantea la pregunta: ¿es este el comienzo del fin de la EA? Este virage, ya
anunciado en la segunda mitad de los años 80, requiere una reflexión crítica (Sauvé, 1998).
¿A qué problemática responde esta nueva propuesta de la UNESCO? ¿Qué visones de la
educación, del medio ambiente, del desarrollo de la EA se desprenden de ella ? Se trata en
verdad, de un avance o de un retroceso ? Este texto podiá contribuir a explorar estas preguntas,
por un lado, por la actualización de algunos elementos del contexto histórico que ha influenciado
el recorrido de la EA durante los últimos 40 años y por parte, por el análisis de :
• los documentos fundadores de la EA, especialmente de aquellos provenientes de las grandes
conferencias internacionales que han marcado los tres últimos decenios ;
• los documentos claves del movimiento conservacionista internacional, que introducen la
noción de desarrollo sustentable y que inscriben la educación en esta perspectiva ;
• algunos documentos relativos a la educación por su aporte a la definición del nicho
educacional de la EA.
Estos análisis permiten trazar la trayectoria de la EA, contribuyendo a captar y a comprender
mejor su evolución, sus desafíos y posiciones actuales. Finalmente, permite además identificar
las lineas de fuerza y las tendencias de esta evolución.
Algunos elementos del contexto histórico en el que la educación ambiental evoluciona durante
los últimos decenios
Relatar los orígenes de la EA nos lleva junto a aquellos que desde el siglo 19 se interesaban en
las ciencias naturales y que, frente a la urbanización, la industrialización galopante y al impacto
de esos fenómenos sobre el medio natural, alertaron sobre la urgencia de detener la tendencia
destructiva promoviendo la protección de la naturaleza. El contacto con ésta era percibido por
los educadores naturalistas como una fuente de inspiración y de aprendizaje de vida inestimable
e inagotable. Es entonces antes del comienzo del siglo 20 que el estudio y la interpretación del
medio natural se desarrollaron en Occidente, a través del nuevo auge de las ciencias naturales e
igualmente la creación de los grandes parques nacionales.
Durante los años 60, apoyándose en las ciencias naturales, y también en la geografía, la historia,
la economía y la antropología surge la ecología, que Friedel (1977) llama la ciencia de nuestra
casa o la economía doméstica de la Casa Tierra. Durante esos años se organiza una vasta
movilización que lleva a la formación de asociaciones y de sociedades de defensa de la
naturaleza. La Unión Interancional de Conservación de la Naturaleza (UICN) creada en 1948,
marca un hito importante en la historia de la conservación con la fundación de la World Wildlife
Fund (WWF) en 1961. El movimiento organizado de la conservación se concentra entonces en
la gestión racional de los recursos naturales, y se amplía durante los años 60 con la potente
corriente de protesta que se levanta frente al impacto de las tecnologías de guerra, como la
utilización de la energía nuclear ( ej: las explosiones de Hiroshima y Nagasaki) y de productos
químicos de efectos devastadores (especialmente en la guerra de Vietnam), y las catástrofes
ecológicas (como las mareas negras del Torrey Canyon en 1967 y de Santa Bárbara en 1969). En
este mismo contexto y paralelamente a la ola por la conservación y la proteción de la naturaleza
(protesta ecológica), crecen los movimientos pacifistas y antiracistas : la revuelta de la juventud
occidental estalla, la contra-cultura se manifiesta.
Durante los años 70 el movimiento ecológico se fortalece con la creación de Greenpeace y de
Amis de la Terre (Friends of the earth). La institucionalización de la gestión ambiental avanza
con la formación de ministerios de protección de la naturaleza y del medioambiente en varios
países . Es en este momento que se lleva a cabo en Estocolmo la primera Conferencia de las
Naciones Unidas sobre el medioambiente humano (1972) en la que se anuncian importantes
recomendaciones concernientes a la educación ambiental, la que es reconocida como una
herramienta para resolver problemas ambientales.
Los años 70 se destacan por una profunda crisis social y económica. Los países en desarrollo
viven una situación de endeundamiento externo sin precedentes, que se acompaña por un
aumento alarmante del desempleo, la miseria y de los males sociales que éstos provocan,
haciendo surgir oleadas de movimientos de protesta exigiendo cambios (como testimonio, la
celebración del primer Año Internacional de la mujeres en 1975 y el primer Año internacional de
la infancia, en 1979). A comienzos del decenio, la crisis del dólar y la desagregación del sistema
monetario internacional, provocan el alza brutal del precio del petróleo, desencadenando las
crisis energéticas de los países industrializados. Así se inicia, hacia 1973, un período de profunda
recesión.
Al mismo tiempo continúa el proceso de descolonización3 y el fin de poderosas disnastías
autoritarias. Sin embargo, el desarrollo de procesos sociales que abren esperanzas de una mejor
calidad de vida, se ven ensombrecidos por la violenta crecida del apartheid, del terrorismo y de
golpes de estado militares que instauran regímenes dictatoriales. El estallido de la guerra en el
Próximo y Medio Oriente y en Asia forma igualmente parte de este contexto de regresión social.
Es durante el decenio siguiente, los años 80, que las proposiciones des desarrollo sustentable son
avanzadas. Este período es marcado por sucesos sociales, ecológicos y económicos que
influencian la evolución de la EA y sus opciones estratégicas. Es el caso de la trágica explosión
de Bhopal, en 1984, en una industria de pesticidas de la compañia estadounidense Union
Carbide Corporation, que causó millares de muertos y consecuencias que 14 años más tarde aún
se hacen sentir, y de la explosión, en 1986, de uno de los reactores de la central de Tchernobyl,
que provocó más de 100.000 muertos y enormes daños al medio ambiente. Estos dos accidentes
estremecieron y movilizaron a la comunidad internacional, marcando igualmente los trabajos
que la Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo (ONU) iciciaba en 1983. En
1987, año de la publicación del informe de esta Comisión (el informe Brundtland), se confirma
la existencia sobre el continente Antártico de un hoyo en la capa de ozono, que no cesa de
crecer, representando una amenaza a la salud y a la vida. Hacia fines de los años 80, otro hecho
sacude a la opinión pública : el accidente del barco Exxon Valdéz en las costas de Alaska,
causando el derrame en el mar de 240 000 barriles de petróleo y una de las peores catástrofes
ecológicas marítimas. Estas situaciones revelan las dificultades que tiene el ser humano en
dominar une tecnolociencia cada vez más y autoreguladora y portadora de un alto potencial de
peligro.
Los años 80 se caracterizan por el progreso de las democracias en detrimento de los regímens
militares y totalitarios, y por un acercamiento espectacular de los dos grandes potencias, la
URSS y los Estados Unidos. Esto culmina, algunos años más tarde, con el derrumbamiento del
campo socialista, revelando los límites de una utopía que alimentó durante varios años la
esperanza de una alternativa a la dominación de los intereses del gran capital. Durante este
período, el auge del neoliberalismo y de la economía de mercado, aceleran los procesos de
liberalización de los mercados y de globalización de las economías, iniciados en los años 70. La
caída de los valores de la Bolsa en octubre del 87 y el fin de la corta recuperación económica,
despuès de la recesión de 1982-1983, va de par con la insostenible situación de endeudamiento
de los países del llamado tercer mundo, que había aumentado más de tres veces desde 1975. Este
afixiamiento económico acarrea revueltas masivas del hambre en algunos países como Brasil,
Túnez, Marrueco y Sudán. El decenio culmina con un acontecimiento trágico que estremece al
mundo: la masacre de más de 3 000 personas en la Plaza Tianamen en Beijing, en una tentativa
de sofocar un importante movimiento de protesta social.
En 1991 estalla la Guerra del Golfo con un despliegue espectacular de la potencia militar de
Estados-Unidos, dejando un saldo de pérdidas humanas y una catástrofe ecológica cuyos efectos
son aún mal conocidos. Ese mismo año se acentúan los problemas sociales en América Latina
cuando una epidemia de cólera aparece en varios países, poniendo en evidencia las condiciones
precarias de vida, de higiene y de servicios fundamentales en que viven las vastas mayorías en
esas regiones. Las interrogantes sobre el mal desarrollo que acompañan esta situación aumentan,
paralelamente a las conmemoraciones oficiales, en 1992, de los 500 años de la llegada de los
españoles a América, con las fuertes polémicas en torno al impacto de la llegada de “los
conquistadores” sobre las culturas y el medio natural de ese continente, y su evolución ulterior.
Veinte años después de Estocolmo, en Río de Janeiro se lleva a cabo la Cumbre de la Tierra,
convocada por las Naciones Unidas para debatir sobre la crisis contemporánea y en particular
sobre sus aspectos ambientales. De este evento surgió un plan de acción planetario conocido con
el nombre de Agenda 21 (1992). En su capitulo 36 se confirma el rol de la educación en la
resolución de los problemas causados por la crisis. Paralelamente a la Cumbre, en la misma
ciudad, se realiza una reunión de organismos no gubernamentales, el Forum Global, en la que se
redacta y firma un conjunto de tratados alternativos, entre ellos uno especialmente dedicado a la
educación ambiental, y ue se distingue del capitulo 36, como veremos más adelante. Seis años
después de Rio, a pesar de la poderosa movilización inicial y de los esfuerzos de algunas
naciones, corporaciones y organismos, la voluntad manifestada por los firmantes del Plan de
Acción 21, no ha logrado los resultados esperados. Los sondeos revelan una opinión pública
saturada de información sobre asuntos ambientales y una baja de la movilización en torno a esta
causa. Las acciones por el medio ambiente parecieran entonces retroceder, salvo en algunos
lugares como los países escandinavos.
Debemos recordar que a inicios de este decenio, el Occidente vivió nuevamente una recesión
económica ; los déficites son enormes, mientras que en Asia de Sur y del Norte emergen nuevas
potencias econónicas regionales. Como resultado de intensas negociaciones y de la búsqueda de
la conquista del mercado, se crean grandes bloques comerciales, el más poderoso entre ellos, el
ALENA (1992), tratado de libre comercio entre Estados Unidos, Canadá y México, así como
MERCOSUR (1995) que reúne a seis países del continente sudamericano. Al mismo tiempo se
consolidan los bloques europeos (CEE) y asiático. En 1995 se marca el fin de la recesión, pero la
situación social está lejos de haberse calmado. En Europa vuelven a emerger antiguos conflictos
geopolíticos manifiestándose bajo la forma de violentas confrontaciones étnicas. Aparece el
problema de la tolerancia y de la alteridad, el mundo entero vive una subida de la derecha y del
neofacismo, acompañada de violentos atentados.
En los años 90 aparece la hábil estrategia de marketing revitalizando el mercado durante cierto
tiempo gracias a lo que se ha llamado comercialización verde. Los llamados de alerta
provenientes de la comunidad científica y de los ecologistas dan pocos resultados ante un poder
económico poderoso. El reciente proyecto de Acuerdo Multilateral sobre la Inversión (AMI) es
un ejemplo de ello.
El recorrido de la educación ambiental está marcado por las grandes tendencias de estas épocas:
la protesta social de los años 60, la resolución de los problemas ambientales, la conservación y la
gestión de recursos de los años 70, la crisis planetaria, la gestión global de los años 80, y la
mundialización y la dominación del economismo de los años 90.

(...)


Tomado de:
Orellana, I. y Fauteux, S. (2002). La educación ambiental a través de los grandes momentos de su historia. En Sauvé, L., Orellana, I. y Sato, M. (ed.), Sujets choisis en éducation relative à l’environnement. D’une Amérique à l’autre. Textos escogidos en educación ambiental. De una América a otra. Textos escolhidos em educação ambiental. De uma América à outra. Tome I (p. 39-54). Montréal: Les Publications ERE-UQAM. ISBN 2-89276-213-8
Accesible en: http://www.ecominga.uqam.ca/ECOMINGA_2011/PDF/BIBLIOGRAPHIE/GUIDE_LECTURE_3/1/1.Orellana_y_Fauteux.pdf 

No hay comentarios:

Publicar un comentario